DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Caído en desgracia desde la caótica herencia dejada por la presidencia de Enrique Peña Nieto, representado por sus desaciertos, abusos y corrupción, el PRI vive momentos sumamente difíciles.
Acosado desde dentro y fuera, el otrora partido emblemático se ve presionado por algunos de sus militantes que buscan quedarse con un bocado grande del pequeño pastel que es ahora el Revolucionario Institucional.
Como si las deslealtades y traiciones sufridas en los dos últimos años en el Estado de México por exgobernadores que ahora son afines a la 4T, militantes del tricolor que fueron beneficiados en el pasado con posiciones de primer nivel se reúnen pretendiendo tomar por asalto la vacante dirigencia estatal del partido.
Se sabe que las manos de dos exgobernadores y una excandidata asoman detrás de los priistas inconformes que pretenden descarrilar a la otrora maquinaria priista.
Eruviel Ávila, flamante diputado federal del Verde, Alfredo del Mazo a la espera de un cargo federal y Alejandra del Moral, flamante funcionaria de Relaciones Exteriores, son algunos de los personajes que pretenden actuar como titiriteros en contra del tricolor.
Hasta hace poco, Ana Lilia Herrera ocupaba la dirigencia estatal, pero decidió dar un paso de costado argumentando cuestiones personales, aunque se sabe que en realidad se cansó de soportar el acoso de estos desleales priistas.
La cercanía de la selección de una nueva dirigencia estatal, para la que se abrirá convocatoria el viernes, alertó a estos ambiciosos que son señalados por no hacer nada en las campañas pasadas, pero si presionar para obtener posiciones plurinominales.
Uno de esos personajes, Enrique Jacob, fue candidato a diputado federal y perdió como ha sucedido en las recientes elecciones en las que resultó candidato.
Ricardo Aguilar, dos veces presidente estatal del partido y secretario de Organización con el actual dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno y durante varios años mancuerna de Alejandra del Moral.
David Parra quien ha sido dirigente municipal en Naucalpan y ha sido acusado de amasar una cuantiosa fortuna y que fracasó en el pasado como candidato al ayuntamiento y que se benefició con candidaturas de todo tipo.
Eduardo Bernal, quien apenas hace cinco años dejó al PRI para asumir como dirigente del PES en Baja California y cuya hija fracasó como candidata a alcaldesa. Bernal fue designado por Alito Moreno secretario general adjunto a la presidencia del partido el año pasado.
Alejandro Ozuna, conocido por el acomodo que encuentra siempre en posiciones de gobierno y de partido, sin aportar nada, pues es ampliamente conocido por su apatía y pereza.
Ellos y otros militantes de menor presencia son los que azuzan y buscan presionar a la dirigencia del disminuido partido,
Sin embargo, a la apertura de la convocatoria se duda se atreva a registrase algunos de ellos.
Por lo pronto, la senadora Cristina Ruiz se anota como la posible dirigente estatal del partido tricolor.
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Marina del Pilar Ávila es la convocante de los gobernadores de todo el país para promover la unidad en torno a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, aunque no se entiende como no es capaz de generar ese mismo tipo de unidad en torno a su gobierno. Van tres años de mandato y tres generales han sido designados como secretarios de Seguridad, sin que ninguno de ellos garantice la seguridad de la población. Los grupos delincuenciales tienen cada vez mayor presencia en el estado fronterizo.
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