* Pronto se supo que la dueña de los felinos, Stephanie Rico era esposa nada menos que de Javier Arturo Aguilera, cuyas firmas Producciones Autica y Creaciones, Espectáculos y Producciones, habían sido inhabilitadas desde el 2023 por el Contralor Álvaro Bardales por los irregulares contratos que obtuvieron de la administración pasada que incluyeron desde la colocación del árbol de navidad hasta la instalación de lavamanos durante la pandemia del Covid-19, pese a no ser su rubro.
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
El Felino Gate, está retornando al tema judicial la figura del presunto sobrino del ex Presidente, Enrique Peña Nieto, el empresario Javier Arturo Aguilera Peña, que durante el gobierno de Omar Fayad, obtuviera millonarios contratos con Producciones Autica, a la par de otras firmas espejo, en condiciones de opacidad, autorizadas nada menos que por el ahora procesado ex Oficial Mayor, Martiniano Vega a la par del ex Director de Recursos Materiales de esa dependencia, Víctor Eloy Porras Oaxaca, y la complicidad del ex contralor, César Mora, en espera de ser deportado a nuestro país por las autoridades norteamericanas.
Lo que hace una semana comenzó con el cateo de un domicilio de la zona de Matilde, en Pachuca, tras una denuncia anónima que alertaba el sacrificio de perros para alimentar a dos leones y dos tigres, comprobó que, en efecto, los dueños del inmueble tenían en su propiedad a estas especies de felinos en peligro de extinción y que de acuerdo de protección a la Fauna del país, su posesión está prohibida a particulares.
Tras la intervención de la PROFEPA para indagar si la posesión de las fieras era o no legal, saltó a escena y en defensa de sus “mascotas”, la supuesta propietaria Stephanie Rico, quien reclamó a la Procuraduría del Estado la devolución de los ejemplares, negando que los tigres y leones se llenaran la barriga con perros, como afirmaban algunos de los denunciantes anónimos que notaron la ausencia de algunos canes en el barrio.
Pronto se supo que la señora Rico era esposa nada menos que de Javier Arturo Aguilera, cuyas firmas Producciones Autica y Creaciones, Espectáculos y Producciones, habían sido inhabilitadas desde el 2023 por el Contralor Álvaro Bardales por los irregulares contratos que obtuvieron de la administración pasada que incluyeron desde la colocación del árbol de navidad hasta la instalación de lavamanos durante la pandemia del Covid-19, pese a no ser su rubro.
Existen diversos testimonios en ciertos círculos sociales que señalan a Javier Arturo como un empresario que se decía entre sus amigos y conocidos, ser sobrino del ex presidente Peña Nieto, razón por la cual el ex gobernador y varios de sus funcionarios le tenían especiales consideraciones a la hora de otorgarle contratos en bandeja de plata.
Tras brincar el “Felino Gate”, el gobernador Julio Menchaca Salazar, confirmó la existencia de procesos penales contras las empresas vinculadas con el empresario, de hecho, la hermana de su esposa Stephanie, Jennifer Karla Rico Haro, es accionista de la firma Creaciones, Espectáculos y Producciones de México S.A de C.V, una de las compañías que bajo competencia simuladas ganó contratos irregulares por parte del gobierno de Omar Fayad, hoy embajador en Noruega.
No pasa desapercibido que tras enterarse que la Contraloría y la Procuraduría integraban expedientes en su contra, además de inhabilitarle sus empresas como probables proveedoras, Aguilera Peña y sus socios se ampararon ante la posibilidad de ser detenidos. El que nada debe nada teme, pero el presunto sobrino del ex Ejecutivo Federal, prefirió no correr riesgos, seguramente consciente de que las fabulosas e ilícitas ganancias del pasado, fueron las que le permitieron comprar sus parejas de leones y tigres cuyo precio puede alcanzar hasta los 200 mil pesos por ejemplar, más los costos de atención veterinaria y la nada barata alimentación pues cada felino de esas dimensiones se come le equivale a mil 800 pesos diarios de carne, que multiplicados por cuatro suma nada menos que unos 7 mil 200 pesos al día y más de 200 mil pesos al mes. Y esto, sin contar como ya señalamos, gastos de atención médica. A menos que, como se mencionó en las denuncias anónimas, realmente se ahorraron unos miles de pesos, completando su dieta con perros.
Las empresas del también dueño de los tigres y leones, también han extendido sus tentáculos a otros estados pues, como mencionó el gobernador, la Promotora de Desarrollo de Industria y Bienestar del Istmo de Tehuantepec (PROISTMO), donde aparece como miembro del Consejo de Administración le referido Aguilera Peña, ha obtenido contratos con la construcción del Polo de Desarrollo para el Bienestar (PODEBI), en Texistepec, Veracruz. Obras que forman parte del Corredor Interoceánico Istmo de Tehuantepec.
Como señaló Julio Menchaca, ha solicitado a la Contraloría del Estado que tal situación la haga del conocimiento del gobierno federal porque al menos en Hidalgo, estas empresas se encuentran inhabilitadas por lo que existen varios procesos en su contra, allegando elementos para que tanto la Secretaría de Hacienda como el Sistema de Administración Tributaria (SAT), tengan conocimiento de las irregularidades que han cometido en el otorgamiento de contratos a su favor.
Y lo que son las cosas, quién hubiera creído que al confiscarle sus leones y tigres, el zarpazo de las autoridades volvería a poner a temblar al presunto sobrino de Enrique Peña Nieto.
Veremos en que terminan ambas historias de este sui géneris “Felino Gate”, quedando el aire la pregunta que se han hecho tanto defensores de los animales como el gobernador: ¿Acaso hace falta para un hogar tener leones y tigres? Por supuesto que no, porque hacerlo denota una vida de excentricidades y alarde de poder, tan propia de narcotraficantes y políticos corruptos. Que ni qué…