Mauricio Carrera
Vive y detente. Entonces, escribe. ¿De qué carambas? ¿Cómo chingaos? ¿A qué horas, si mi hijo llora, si mi cónyuge me reclama, si el trabajo me absorbe, si hay que pagar la renta, si el dinero no alcanza, si el país y mi vida son copados por la delincuencia organizada? ¿Para qué, si la literatura vale para un carajo? Ése es el reto.