Día Hábil
El asesinato de la secretaria particular de Clara Brugada, Ximena Guzmán, y su asesor, José Muñoz, en plena ciudad de México es un mensaje directo para la jefa de gobierno, sin duda, pero principalmente para Claudia Sheinbaum y su fracasada e improductiva Presidencia.
El doble homicidio cometido la mañana del martes en Calzada de Tlalpan por un solitario y contundente sujeto que viajaba en una motocicleta es una afrenta, un desafío, para ambos gobiernos.
No importa si fue cometido por una venganza personal o por encargo o si es un ajuste de cuentas por un asunto menor o un tema de crimen organizado y narcotráfico.
Lamentable, sí, la muerte de los dos funcionarios, de las dos personas, en medio de un ambiente enrarecido en todo el país precisamente por la violencia que este gobierno y el de Andrés Manuel López Obrador han negado y minimizado sistemáticamente todos los días, pero no únicas ni aisladas.
La imagen de Omar García Harfuch, hijo de la actriz María Harfuch Hidalgo, conocida como María Sorté, tras el escenario en la conferencia de Palacio Nacional, cuando recibe la noticia vía teléfono celular, será imborrable en la historia de este gobierno y de la política mexicana.
Luego el nerviosismo, la manera como le informa a Sheinbaum, su jefa, en plena conferencia, también quedarán en el registro.
No se puede especular en torno a si la ejecución fue por nexos con el crimen organizado de uno o de los dos funcionarios o si -lo que sería muy lamentable por las dos víctimas- sólo pretende demostrar que la jefa de gobierno no es inalcanzable.
Aunque muy importante, sin duda, eso pasa a segundo término porque lo grave, lo alarmante, es cómo puede asesinarse a alguien en la ciudad de México a plena luz del día, en una de las principales avenidas, y huir impunemente, tal como sucede en la comunidad más alejada del país.
El doble asesinato se da en el momento en que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, presiona a Claudia Sheinbaum precisamente por el tema narcotráfico, cárteles y los presuntos nexos de al menos una veintena de políticos mexicanos.
Asimismo, cuando Washington canceló la visa de la gobernadora morenista de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda y su esposo, Carlos Torres.
-La presidenta de México es una mujer encantadora, pero le tiene tanto miedo a los cárteles que ni siquiera puede pensar con claridad, dijo Trump recientemente en referencia a Sheinbaum.
El republicano acusó hace un par de meses que existe una relación intolerable entre el narcotráfico y el gobierno mexicano.
Y los hechos son innumerables: el envío de 29 narcotraficantes de México a Estados Unidos, sin que éste lo pidiera.
Asimismo, la entrega voluntaria de familiares de Joaquín El Chapo Guzmán hace unos días y las acusaciones en contra de políticos como el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y el de Tamaulipas, Américo Villarreal.
Por supuesto, la presión para contener el tráfico de fentanilo y el tránsito de migrantes por México hacia la frontera norte.
Reitero: cualquiera que sea el móvil del doble asesinato, muy grave y reprobable, sin duda es preocupante que suceda en la capital del país, donde se supone que la capacidad de respuesta es mayor y donde se encuentran los tres poderes de la Unión.
Vámonos: Vivimos las consecuencias de los abrazos, no balazos.
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