Eduardo Sadot
Sin reclamos de ninguno, no tienen dignidad y amor propio que le haga reclamar, de ése tamaño son los abogados de MORENA
La legislación permite que un presidente después de enviar una terna ante el senado y si el senado no logra consensos para elegir a los ministros de la Corte entonces, el presidente libremente y sin obstáculos nombra al ministro, evidentemente eso está mal, porque cualquier mexicano entiende que tratándose de un miembro de otro poder, éticamente es reprobable que el poder ejecutivo nombre a los ministros, obviamente evidenció a su partido sin capacidad de diálogo y vocación política de consensar y él su incapacidad para consensar acuerdos que permitieran el nombramiento, incapacidad de encontrar entre los millones de mexicanos y miles de juristas en el país, competentes y capaces, proponer a alguien que garantizara la excelencia de quien ocupe tan alta responsabilidad, la primera reflexión de los mismos – me refiero a todos – los abogados morenistas, es que el presidente no confía ni reconoce capacidad académica ni honestidad en nadie más allá de quienes le ofrecen servilismo y obediencia ciega, por encima del interés de la Patria, ello en primer lugar ofende, agravia, desprecia e insulta a todos los juristas de MORENA, con ello los desnuda y se desnuda, a ellos como agachones y serviles y él, como un déspota, perverso y corrupto por privilegiar sus intereses a los de México y sus instituciones. Un tirano dibujado desnudo y de cuerpo entero.
Resulta que de todos los directores jurídicos de su gabinete – diecinueve juristas y abogados – más los directores jurídicos de su gabinete ampliado que son, veinte más del gabinete ampliado, ninguno tiene capacidad para ser ministro de la corte y menos, tiene la confianza del presidente. Pero lo peor es que guardaron silencio para conservar su puesto, eso sin contar a los juristas miembros o simpatizantes de MORENA ni siquiera sus hijos tuvieron a un jurista visible a los intereses personalísimos de obrador.
El tema queda para la historia, el cinismo y la negligencia o pereza de dedicar unas horas siquiera para servir con honestidad y honradez a los mexicanos, no se dio el tiempo ni siquiera para consultar a los colegios de abogados que le han apoyado, para solicitarles una larga lista de curriculums que le ofrecieran opciones viables que además pudieran transitar en el senado.
Por supuesto, que al privilegiar a lacayos más que a mexicanos honestos está satisfaciendo sus intereses mezquinos y personales, nunca pensó en el pueblo bueno, menos en México, tampoco en su lugar en la historia y mucho menos pensó en la patria.
De éste modo pasará a la historia como el presidente, más cínico incompetente y descaradamente personalista.
Pero no es de sorprenderse, no le importa el país le importa su persona, y que obedezcan a sus caprichos, así ha provocado las renuncias de personajes competentes y, la única vez que nombró a los mejores, después los insultó y les exigió que antes de ser honestos fueran fieles a su persona y aún así hay abogados que siguen creyendo en él y siendo fieles a una persona por encima de México – es pregunta – triste papel de los juristas proclives a obrador.
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